jueves, 18 de mayo de 2017

Asignación 4

Las Matemáticas en Costa Rica

Entrevista a Profesora Jubilada

La entrevista se realizó con la Profesora Ana Lía Quesada, la cual se dio de manera muy factible por ser conocida, ya que fue profesora mía en décimo nivel del Colegio. Luego, para contactarle fue mediante una red social, ella muy amable acepto y se realizó la entrevista el día lunes 11 de Mayo en su casa de habitación (Heredia).

Nació en 1947, inició  la escuela en el 1952, se graduó del colegio en 1963, 1969 inicia laborando en el Colegio Conservatorio de Castella, luego trabajo en la UNA y actualmente tiene 70 años y alrededor de 8 años de pensionada.

¿Cómo inicio todo este aprendizaje matemático?

Primero es importante mencionar que todo está educación Matemática que tuvo Ana Lía, inició desde su hogar ya que su padre le gustaba mucho las matemáticas, fue profesor, daba clases particulares, luego trabajo en el banco, por lo que él les inculco mucho a ella y sus 4 hermanos el cálculo mental, ellos vivían a 700 metros de la escuela, y todas las mañanas iban tomándoles las tablas, realizando una competencia entre ellos con ejercicio de cálculo mental, teniendo un gran estímulo desde el hogar.

¿Cómo fue su educación en la Escuela y Colegio?

Ella estudió en la Escuela Rafael Moya (centro de Heredia), cuenta que tuvo una excelente maestra, Nelly Brenes, la cual le ayudo en la parte del desarrollo matemático, ya que le ayudo de gran medida, específicamente que en sus exámenes la dejaba que no tuviera operaciones escritas, porque ella sabía que todo lo realizaba mentalmente y solo ponía las respuesta de los ejercicios, por lo que ella comenta que fue de gran estimulación y apoyo. Luego comenta que la matemática de aquella época lo hacía razonar mucho, problemas de razonamiento, eso la motivada montones.

En el colegio tuvo la suerte de tener a la profesora Betty Sequeira de Martínez, en el Liceo de Heredia, la cual también la estimuló mucho, ella influyo mucho a que estudiara matemáticas, porque cuando tenía que hacer algún mandado la dejaba a cargo de la clase, tenía gran confianza en ella, estando como estudiante claramente, le fascinaba estudiar matemáticas, le encantaba, también para cuarto y quinto año de colegio, tenía un grupo de 10 compañeros, los cuales ella le explicaba en la casa de ella diariamente con pizarra y folleto con problemas, preparándolos para el examen de bachillerato, el cual era solo de problemas en aquella época.


Libros de texto

Comenta Ana Lía que libros de texto no tenían, los profesores recopilaban ejercicios en un  polígrafo, casi no habían libros de texto en esa época, por lo menos para el alcance de ellos, únicamente en su colegio el libro de Algebra de Baldor  era lo que le ponía de referencia, pero en las casas no tenían, porque era de alto costo para la mayoría de familia, solo en la biblioteca tenían acceso a él, como para consultar o buscar ejercicios. Cree q había algún otro “librito” de Bernardo Alfaro Sagot, matemático de aquella época de la UCR, menciona que no eran libros de texto formales como los de ahora. Eran libros en español hechos por ellos (algunos profesores) en polígrafo, muy sencillos.

Estudios universitarios y donde trabajo

Entro a la UCR, a estudiar Enseñanza de la Matemática, los hacían llevar química, física, biología. Tuvo problemas con un curso de análisis, comenta que se aburrió, y en ese momento ya podía trabajar porque tenía cierta idoneidad, permiso para trabajar en los colegios, como un MT2 o MT3, por lo cual empezó a trabajar, luego se casó en 1968, en el 1969 concurso en el ministerio y le dieron trabajo en Conservatorio de Castella. En esa época alrededor de los 74, cuando crearon la UNA, entró a la carrera de Enseñanza de la Matemática por insistencia de su hermana,  le faltaba una asignatura para el profesorado, así que lo culminó, terminó el bachillerato y se quedó trabajando en la UNA, durante 30 años.

Ya cuando estudio en la universidad había libros de texto, como el cálculo de Edwards, entre otros, Joaquín Trejos fue profesor de ella, y él también trabajaba con un folleto hecho por él, luego con el tiempo se volvió todo más moderno, y si consultaban más libros.


Calculadora y tecnología

Con respecto a la calculadora, le costó mucho aceptarla por la formación que ella había tenido, consideraba que iba a causar lo que está pasando hoy en día. Fue un golpe muy duro porque ella consideraba que "atrofia al estudiante" y lo vuelve muy vago, no entendía como ella iba a permitir algo con lo que no estaba de acuerdo, era algo muy difícil, pero luego tuvo que entender que lo que debía hacer era realizar ejercicios en donde el estudiante tuviera que pensar primero, razonar y luego ahí si usara la calculadora.

Comenta como anécdota, que  siempre peleó con un señor de Alajuela, que daba un curso de matemáticas para bachillerato en donde les enseñaba a resolverlo todo a calculadora, que tristeza decía ella porque cuando llegaban a la universidad no sabían nada de nada y como ella estaba en las 2 partes se daba cuenta. Ana Lía tenía esas experiencias de estudiante que llegaban y le decían que como era posible que sacaban 30 y 40 en los exámenes cuando en el colegio eran solo 90 y 100, pues era lógico enfrentarse a un desarrollo de un ejercicio es muy distinto de meter todo en la calculadora, no saben razonar, no le quedo más que adaptarse con este tema de la calculadora.

En la parte de la tecnología, tenía un compañero que sabía de informática en la UNA por lo que les ayudaba mucho, y luego si realizaron capacitaciones, comentaba del Excel que fue de gran ayuda en su momento, y que ella siempre estuvo anuente a aprender cosas nuevas de la tecnología.

Metodología

La metodología que ella recibió era 100% expositiva y en la Universidad más, clases magistrales, usted como estudiante  “resuelva y resuelva ejercicios”.

Con respecto a su propia enseñanza, comenta que era lo más bonito que había (enseñar) que por eso trabajo 41 años, se pudo haber pensionado 10 años antes, siempre en el Castella trabajo, solo un año en el Técnico Profesional de Heredia y 40 años en el Castella, y sacó su licenciatura también en la UNA. Las clases eran igual magistrales, ella intentaba hacer trabajo en grupo o algunas cosas creativas para que aprendieran ciertas fórmulas, pero no se tenía mucho tiempo para hacer muchas actividades pues eran muchos los contenidos que debía abarcar.


Por otro lado, menciona que en el colegio  los programas eran muy bonitos, en séptimo era aritmética, octavo álgebra, noveno geometría, después álgebra y trigonometría, y al final logaritmos, ya después hicieron estos revoltijos de ahora.


Conclusiones y Reflexión

Fue una experiencia muy agradable realizar esta entrevista a Ana Lía, ya que era una persona que ya conocía por haber sido profesora mía, a la cual le tengo gran aprecio y admiración. Este trabajo me ayudo como persona al ver que no hay sueño que no se pueda cumplir, también ver lo importante que es estimular a los niños y jóvenes en el lado de la matemática y a raíz de eso el futuro de una persona puede cambiar para bien o desde el punto nuestro que los jóvenes puedan ver las matemáticas desde otro sentido. Otro aspecto que me llamo la atención es el gusto de enseñar que tenía la entrevistada, el amor a lo que hacía, y como eso lograba transmitirlo a sus estudiantes, lo digo porque más allá de que me lo contó ella en la entrevista, yo lo experimente como estudiante suyo prácticamente en su último año de trabajo.





Bibliografía


Quesada, A. L. (11 de Mayo de 2017). La Matemática en Costa Rica. (L. D. Cascante, Entrevistador)

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